.

.

.

.

miércoles, 25 de marzo de 2009

COM SER UNA BUENA MADRE


Cuando nos enfrentamos a algo nuevo qué duda cabe que todos pensamos que no estaremos preparados.

Nuestras dudas nos hacen tener miedo y sufrir de incertidumbre, pero cuando todo pasa, nos damos cuenta que hemos hecho todo lo que hemos podido para estar a la altura y que a menudo nuestras exageraciones e ideas poco tenían que ver con la realidad.
Así te cambia la vida cuando eres madre


Tenemos hijos y no sabemos si lo estamos haciendo bien o no, nuestra capacidad mental es la suficiente como para poder adaptarnos a cualquier cosa.
El problema es cuando nos paralizamos y no nos ponemos en marcha. A veces creemos hacer las cosas mal y no actuamos por miedo a equivocarnos. Con los hijos esto es un problema, puesto que su aprendizaje y educación depende de nosotros y puede convertirse en alguien temeroso simplemente porque lo está imitando.

Todos estamos preparados para enfrentarnos a los distintos retos que nos propone nuestra vida, aunque es cierto que los primeros momentos son de dudas y miedos, más adelante comprobamos que eran infundados en la mayoría de los casos.

A la hora de desempeñar una buena función como padres es importante la confianza que tengamos en nosotros mismos, si somos válidos para un sin fin de actividades, ¿por qué no vamos a serlo para esto?

Realmente todo necesita un periodo de aprendizaje, al igual que aprendimos a leer y cometíamos muchos errores que luego subsanábamos, con los hijos es lo mismo.

Tendremos una fase de aprendizaje en la cual funcionaremos por acierto-error, hasta que llegue un momento en que todo sean aciertos y existan pocos errores. Se trata de probar.

También ellos nos están conociendo y nosotros seremos los que pongamos los límites y las bases de la convivencia. Ten en cuenta que siempre podrás recibir ayuda de personas que sabrán como orientarte ante las dudas, médicos, educadores, psicólogos... están para algo echa mano de ellos cuando lo necesites y expón todas tus dudas.


La familia te puede ayudarOtros miembros de la familia están para ayudar en las tareas, paseos , etc, pero no te dejes aconsejar por cualquiera. El cambio generacional de abuelos y tíos hará que tu visión de la educación de tus hijos sea diferente, es más, tendrás que pelearte con ellos ya que mucha de las cosas que hagas serán vistas como tonterías porque antes no se hacían.

Tendrás que reforzar tu yo interior y la seguridad en ti misma para poder enfrentarte a los problemas del día a día con los niños, busca información válida y habla con otras madres en la escuela y guardería son una fuente de información de primera mano que puede darte ideas, también te sentirás más protegida y más apoyada en los momentos de cansancio o debilidad.


Intenta no fomentar en tu mente el agobio y la negatividad con frases catastrofistas que a la larga no te ayudan a progresar

No seas negativaTienes que dejar de lado la negatividad, muchas son las madres que escuchamos diciendo “no puedo más” , “este niño puede conmigo”, etc. Estas frases son negativas y erróneas, desde luego que puedes más y que un niño pequeño no puede con ningún adulto.

Son frases tremendistas que solo sirven para fomentar en tu mente el agobio y la negatividad y que no te ayudan a progresar. Te mantienen paralizada quejándote por los rincones. Lo mejor es que dejes de hacerlo y busques soluciones a cualquiera que sea el conflicto.

Ten en cuenta que a menudo el cansancio y el nivel de responsabilidad nos agota y nos hacer ver todo negro. Dedícate un tiempo de desconexión cada día para ti y tus cosas, ya sea darte un baño, salir de compras, etc. Esos momentos dedicados a ti te darán fuerza para continuar.

Tendrás que tener en cuenta algunos aspectos para poder estar preparada a la hora de ser madre, si ya lo eres ocúpate de analizar si lo estás llevando bien y si emocionalmente no estás sufriendo ningún bajón. Si esto no es así entonces es que la situación está pudiendo contigo y tendrás que trabajar estos aspectos que a continuación detallamos:
Un factor importante es reforzar la seguridad en ti misma. La forma de poder hacerlo es realizando un ejercicio muy sencillo. Siéntate un rato y ponte a pensar en cuáles son tus cualidades, habilidades y trucos que pueden ayudarte a realizar bien tu función. No es necesario que sean grandes cosas, los pequeños detalles también sirven, por ejemplo; “se me da muy bien contar chistes” ¿de qué puede servir esto? Bueno, pues en una fiesta de cumpleaños con los niños puedes mantenerles entretenidos.

Es importante que encuentres todo lo posible y que lo apuntes en una lista para poder repasarla de vez en cuando. Esto se servirá como ejercicio de refuerzo en los momentos malos: lee tu listado y acuérdate de lo bien que sabes hacerlo. Todos tenemos momentos de agobio pero pasarán si refuerzas tus puntos fuertes.

En contraposición al punto anterior, tendrás que hacer lo contrario con tus puntos débiles. No los refuerces, no pienses todo el día en sí puedes o no soportarlo, en si lo haces bien o no porque cometiste tal o cual error. Los errores están para aprender de ellos y no para regodearse una y otra vez en la culpa. Examina tus puntos débiles e intenta mejorar todo lo que puedas. Si no lo consigues, acéptate como eres, nadie es perfecto, céntrate en lo bien que lo haces la mayoría de las veces y busca soluciones a los problemas con ayuda de tu pareja. Acuérdate de que tú no llevas toda la carga.

Busca aliados y personas que te ayuden, en los momentos de desconexión es necesario que puedas darte un tiempo de relax sin preocuparte de los niños. Si decides ir de compras con una amiga y pasar la tarde fuera organízate bien para que no haya sustos. Planifica horarios y tiempos y da las instrucciones oportunas. Tu pareja será un gran aliado si desde el principio está involucrado en el cuidado de los niños. Otro día él podrá tener su tiempo de descanso. Cada día dedícate un ratito para hablar con la vecina o para hacer cualquier actividad relajante, es una forma de descompresión y te ayudará a continuar con más ánimo. No dejes que la olla explote.

Ya sabemos que cuando aparecen los hijos tenemos que renunciar a cosas que antes hacíamos a menudo, esto para personas muy activas socialmente resulta algo difícil de asumir. Aquí de lo que se trata es de que aprendas a aceptar tu nueva situación y que compenses unas carencias con otras cosas nuevas que han aparecido. Todo tiene sus pros y sus contras, en tu tiempo de desconexión puedes aprovechar para realizar eso que tanto tiempo llevas sin hacer y que tanto echas de menos. También tendrás que aprender a valorar las cosas nuevas y a disfrutar yendo al parque o al centro comercial.

Si no aceptas el cambio te resultará más difícil de sobrellevar y estarás frustrada. Muchas parejas cometen este error, se adaptan ellos al niño y no al contrario. Vosotros tenéis una vida formada el niño es nuevo en ella y tendréis que adaptarle poco a poco a vuestra vida y no cambiar de vida porque el niño lo exija, no tiene porqué ser así.


MADRES EN SILENCIO



* MADRES EN SILENCIO*

Hay días en que se siente el peso cuando eres madre de familia; hay días en que todo te fastidia, como cuando estás en el teléfono y uno de los chicos entra a decirte que si lo puedes llevar a tal lado, ó que si le das esto ó aquello, como si no fuera obvio que en ese momento estás ocupada; por dentro piensas qué no ves que estoy en una llamada?, obviamente no, ni lo toman en cuenta; igual si estás cocinando, ó limpiando el piso, ó poniendo la ropa en la lavadora; parece que fueras una persona invisible; la mamá invisible.

Algunos días se siente como si fueras solo un par de manos....me arreglas esto?, me abres esto?, me amarras acá?, me abotonas....?; otros días me he sentido un reloj que solo da la hora....ó la guía del sky...en qué canal está el Disney channel?...
Otras veces he estado segura de que estas manos que alguna vez sostuvieron libros entre sus manos, hicieron excelentes trabajos en la universidad, y recibieron el título universitario se han perdido entre huevos fritos, arroz y guisados, lavadoras y el volante del auto.

Una noche asistí a una reunión de amigas para dar la bienvenida a una de ellas que volvía de un viaje increíble; estaba ahí sentada y en un momento empecé a comparar mi vida con la suya y no pude dejar de compadecerme; de pronto ella se me acercó con un paquete envuelto para regalo y me dijo: te traje este libro de las mas hermosas catedrales en Europa; de repente no entendí porqué me lo había traído; llegué a mi casa, lo abrí y la dedicatoria era: 'A _____ con admiración, por la grandeza de lo que está construyendo cuando nadie la ve.'

En los días posteriores me devoré el libro, y descubrí en él verdades que cambiaron mi vida.

Nadie puede decir con certeza quienes construyeron estas magníficas catedrales, no se tiene registro de sus nombres. Estos constructores trabajaron toda su vida en una obra que nunca verían terminada; hicieron grandes esfuerzos y nunca esperaron crédito, Su pasión por el trabajo era alimentada por su fe y por la convicción de que nada escapa a la mirada de Dios.

El libro cuenta la anécdota de un hombre poderoso que fue a supervisar la construcción en una de estas catedrales y se encontró con uno de los trabajadores que tallaba un pajarito en una de las vigas de madera que sostendrían el techo, curioso le preguntó que porqué perdía su tiempo tallando esa figurilla en una viga que nadie vería ya que sería cubierta con yeso y le respondió: 'porque Dios si lo ve'.

Cuando terminé el libro, todo tuvo sentido; fue como si escuchara la voz de Dios murmurando en mi oído: 'ya ves, hijita, ningún esfuerzo ó sacrificio que haces pasa desapercibido a mis ojos, aún cuando estés realizando tus labores en soledad; ningún botón que pegues, ningún huevito revuelto que hagas es un acto demasiado pequeño para que yo no lo vea y eso me haga sonreír. Estás construyendo una gran catedral, solo que ahora no puedes ver en lo que tus esfuerzos se convertirán.'

Ahora entiendo que ese sentimiento de 'invisibilidad' que sentí no era una aflicción, era el antídoto para mi egoísmo y mi orgullo; era la cura para el querer estar siempre en el centro.

Me ha ayudado mucho a ubicarme el verme a mi misma como una constructora. El autor de este libro dice que en la actualidad no se construyen este tipo de edificios porque ya no hay personas con ese espíritu de sacrificio que estén dispuestas a dar su vida en una labor que a la mejor nunca vean concluida.

Cuando pienso en eso, solo deseo que cuando mi hijo invite a sus amigos a la casa, no les diga: 'te invito porque mi mamá se levanta a las seis am a hacer unos pays deliciosos, además plancha personalmente los manteles en los que nos sirve la comida y trapea a rodilla la sala y comedor', porque eso sería estarme construyendo un monumento a mí misma; no, lo que deseo desde el fondo de mi corazón es que mi hijo les diga: 'te invito a mi casa porque ahí te la vas a pasar muy bien', Mi meta es hacer de mi casa un verdadero hogar, un lugar a donde mis hijos quieran llegar porque puedan estar felices y relajados y que por esa razón, quieran traer a sus amigos.

Como madres de familia, estamos construyendo grandes catedrales; mujeres y hombres de bien; almas que vayan al cielo y lleven entre sus manos a todos los suyos.

Mientras laboramos no podemos estar absolutamente seguras si lo estamos haciendo bien, pero un día, es muy posible que el mundo se maraville, no solo por lo que habremos construido, sino por el bien y la belleza que habremos aportado por todo el trabajo silencioso de las 'madres invisibles'.


LA HORA LOCA PARA SU CUMPLEAÑOS